"Con la escritura, instrumento eficaz y ambivalente, se han declarado guerras y se han firmado tratados de paz; se han difundido seudoteorías oportunistas y se han fijado los grandes descubrimientos del pensamiento honesto; gracias a la escritura se ha ido acumulando y conservando una parte esencial de la memoria humana: las ciencias y las técnicas con las que cada nueva generación puede abrirse camino sin tener que empezar desde cero; las historias que nos ligan a nuestras raíces y, muy especialmente, esas obras excelentes, quizás generosamente gratuitas, que son los escritos literarios, las elaboraciones estéticas del lenguaje, la creación de mundos posibles."

(J. Tusón, 1996:9)

La Celestina y la influencia de Petrarca

Las fuentes que se observan en La Celestina son abundantes y se pueden nombrar tanto influencias   griegas - Heródoto, Aristóteles y Epicuro- como los latinos -Plauto, Terencio, Séneca, Boecio, Andreas Capelannus-. Pero, como destaca Alan Deyermon, Francesco Petrarca es la principal fuente observable en la obra de Rojas, concretamente sus obras latinas.    El segundo Libro de Petrarca titulado De Remediis utriusque fortunae -De los Remedios contra próspera y adversa fortuna- es la fuente principal de la tragicomedia de Rojas puesto que se percibe una marcada influencia de muchas sentencias a lo largo de la obra.